Están todos invitados a visitar La Matriz, un proyecto desarrollado con 4 maravillosas mujeres. De ahora en adelante me verán más allá que acá. Comenten. ¡Pero allá!
Quiero invitarlos a participar en una intervención tejeril en Plaza de Armas, el sábado 24 de noviembre desde el medio día.
Los ciudadanos tenemos muy poca participación en la construcción de los espacios públicos. Siempre hay que alguien que ha pensado por nosotros, como si no pudiésemos decidir cómo queremos los espacios en los que nos relacionaremos con otras personas.
Un ejemplo de aquello, es la Plaza de Armas de Santiago. Toda de cemento, eso es lo primero que se nos viene a la cabeza cuando la imaginamos.
¿Por qué entonces, no hacernos cargo de ella? Tejamos pasto.
Tejeremos desde nuestras casas un espacio creado por nosotros y lo compartiremos con los ciudadanos. Aunque sea por unos minutos, aunque sea con pocas personas. Estaremos construyendo un espacio que de otro modo, jamás obtendríamos.
¿Cómo participar?
- Teje cuadrados verdes de 30x30 centímetros.
- Envíame un mail a larsen.cami@gmail.com con tu nombre y la cantidad de cuadrados que estimas tejer.Para la construcción del pasto hay dos opciones:
- Coses en tu casa los cuadrados que hayas tejido de modo que quede un cuadrado más grande. Luego, llegas un poco más temprano el día del evento y lo cosemos en el lugar.
- Participas en la reunión de armado que se realizará uno o dos días antes de la intervención, en un lugar a confirmar.
¡Participen!
Esta es una fotografía de un evento similar realizado, ellos tejieron un río de 100.000 cuadrados.
Finalmente Sally ha reconstruído el portal Revés Derecho. La página fue hackeada hace unas semanas, y lamentablemente se perdieron muchos datos. Por eso es necesario que todos sus antiguos participantes se inscriban otra vez, y comiencen a colaborar con nueva información.
Para celebrar la inauguración del nuevo sitio, se ha lanzado un concurso que mantendrá bien ocupados a cualquier tejedor o tejedora que se inscriba.
Visiten la página para tener más información. Yo soy la organizadora, así que si tienen cualquier duda contáctenme.
Ha pasado tanto tiempo. He conocido a más personas. He tejido en muchos lugares nuevos. Hay demasiadas cosas por escribir, pero no suficiente tiempo.
Estoy escuchando Jeff Buckley. El disco en vivo en Siné. Se necesita tiempo para eso. Supongo que tengo unos minutos de más. Así que escribiré.
Tengo unos compañeros y compañeras maravillosos en mi nueva carrera que están tejiendo. Estamos tejiendo.
Partió como una broma por fuera, pero por dentro iba en serio. Tras dos clases del Curso de Formación General impartido en los pastos de Juan Gómez Millas, se aprendió lo necesario. ¿Qué podíamos hacer?
De algún modo llegamos al consenso de tejer una pantalla de televisión, un enorme lienzo de un canal sin señal. La carta de colores que hace unos años los canales aun mostraban cuando finalizaban su transmisión, antes de la programación del día por empezar y el reloj.
Al principioa los otros les costaba creernos, pero con unos cuantos cálculos matemáticos y las necesarias provisiones de lana comenzamos. Ahí sí nos entendieron.
He tejido en cafés, micros y bancos. Nunca me imaginé que terminaría tejiendo en el Salón de Honor de la Casa Central de la Chile en toma. Ahí estábamos, en un enredo de palillos y blanco, negro, azul, rojo, amarillo, fucsia y calipso. O Cyan. Da igual.
Avanzamos lento. Sin embargo, de aquí al segundo semestre, después de la muerte de muchos carteles de nylon y pintura acrílica, tendremos nuestra pantalla tejida. Creo que el hecho de que demore lo hace más divertido. Cuando se terminé recordaremos todo.
Mientras no termine en el suelo lacrimógeno de una micro de pacos por “subversivo”, nosotros felices. Si dura hartos años, mejor.
Suena Last Goodbye, esa canción me hace tan bien-mal.
Para más información pueden visitar la página con todos los datos necesarios.
Es una buena oportunidad donde no solo aprenderan muchas cosas, sino que además conoceran nuevas personas y los vamos a pasar shansho.
¡Ya lo saben!
Siempre me ha gustado Coldplay, a los 15 años era una fanática empedernida que coleccionaba hasta el más mínimo detalle de información. De hecho hice un sitio web que ya murio hace muchos años, pero que aun se encuentra el link en la página oficial del grupo. Con el paso de los años y con la ampliación de mis gustos musicales y el acceso a ellos, ya no tenía tanto tiempo como para concentrarme en un solo grupo y ni siquiera me preocupaba en buscar nuevos bootlegs.
Cuando me enteré que venía Coldplay casi me muero. Pero estaba bastante enredada, pues también venía Roger Waters. Luego de mucho meditar, decidí ir al concierto de Roger: por cuestión de edades, resultaba más probable que tuviese otra oportunidad de ver a Coldplay en el futuro.
El 2006 en el preuniversitario conocí a la Antonia y a la Sofía, que están igual rayadas que yo en lo que a música/televisión/cine se refiere. Y las perlas tenían entrada para ver a Coldplay en la segunda fucking fila. O sea.
En fin, el tiempo pasó y en febrero me fui a Viña. Como había sido mi decición no ir al concierto, tenía bastante claro que tarde o temprano me iba a arrepentir. Y así sucedió, mientras más me acercaba a la fecha de los concierto, más rabia me daba.
El martes 13 de febrero, volví a Santiago a eso de las 5 de la tarde, y casi enseguida me llama Sofia: venteahoramismoalhyatttenemosautografosfotosyregalarontickets. Yo iba a ir al Hyatt. YO, que tanto me burlaba de quienes se paraban ahí.
La cosa es que llegué, las chicas me contaron toda su aventura, los del fan club gritaban, corrían rumores, nos echábamos en el suelo, nos corrían los guardias, y así transcurrió el tiempo hasta aproximadamente la 1 de la madrugada. En ese momento quedábamos unas 20-30 personas y esto es lo que sucedió:
Salió uno de los guardaespaldas de la banda y un chileno, nos pidieron que nos pusieramos en fila lo más tranquilos posibles y nos contaron. El guardaespaldas dijo que éramos muchos y las entradas muy pocas, que iba a repartir al azar. Repartió 5 entradas, de esas una a la Anto y otra a la Shofi. Y yo ahí con cara de pena. El guardia entró y desde la puerta nos miraba a nosotras tres. Fijamente. ¡A nosotras!. Después miraba las entradas, y nuevamente a nosotras. En ese momento supimos que algo estaba sucediendo. El guardia sale de nuevo y se dirige a nosotras:
-¿Ella es su amiga?
-Sí, sí, sí!!!!
-¿A ustedes les dí ticket para mañana?
- sí, sí, sí!!!
-¿Y si me cambian esos dos tickets de mañana por otros para el jueves, así pueden ir juntas?
- yeaaaaaah
Entonces nuestro nuevo amigo recibe las dos entradas, las guarda lentamente y con la misma lentitud saca una entrada y se la pasa a la Sofia, luego otra y se la da a la Anto. Finalmente la tercera la acerca hacía mí, pero todos los otros patudos estiran sus manos y tratan de recibirla, pero nuestro súper amigo dice: No, it's for her. ¡Y me la da!. Y para la fila 9... oh!
Yo casi me muero. Empezamos las 3 a saltar como idiotas agitando las entradas en el aire. Nos sentiamos tan odiadas, que genial.
Al día siguiente llegué tempranito al hotel, lo mismo el dia jueves. Estaba tejiendo unos amigurumi de la banda que nunca pude terminar para entregárselos, pero ya quedamos que la próxima vez que vengan haremos lo imposible por dárselos.
Lo mejor de todo es que no me sentí avergonzada de estar días enteros sentada en el pasto, conocí a mucha gente, lo pasamos genial y la sensación de creer que algo iba a pasar era increíble. La banda no se asomó ni por si acaso durante esos días, pero igual, ¿ya?.
Y ya en el concierto me sentía tan extraña, no podía creer que estaba ahí. Si a los 15 años hubiese sabido que iba a ver a Coldplay por primera vez de esa manera tan especial... mientras las canciones pasaban me acordaba todo lo que había vivido desde que los escuché por primera vez. Estaba totalmente revolucionada. Fue absolutamente genial, nunca lo olvidaré. Lo mejor es que estaba con mis amigas que chillaron igual que yo, entre groupies nos entendemos.
Pero la historia sigue. Yo pensé que ellos se iban el sabado en la madrugada. Ese mismo día mi mamá me pide que la acompañe al Parque Arauco, para mi buena suerte, la entrada al estacionamiento por Cerro Colorado estaba cerrada y pasamos al frente del Hyatt. ¿Y que veo? las famosas vans sin patentes que tanto esperabamos y una veintena de fans parados. Mi mamá practicamente me empuja del auto para que me baje. Así que lo hago y con quien me encuentro? la Sofía y la Anto... piérdanse una. Esperamos un ratito y vemos salir a toda la gente del staff que conocimos durante esa semana: Moby, CSI, Beatlemanía, los guardias, el guapo que probaba la batería que de cerca no era tanto. Y en esa los vemos a ellos dentro del hotel, y ellos también nos miran. Quizás nos veíamos muy penosas, pero filo!. Para ese entonces, el lema de quienes nos encontrábamos ahí era "la que grita como histérica, pata en la raja", no queríamos echar a perder nuestra ultima oportunidad. Al final salieron, se despidieron y se subieron a las vans. No se acercaron a nosotros y nadie se llevó la patada. ¡Pero los ví irse!. Y nunca lo imaginé.
Lo pasé increíble, ha sido lo más estúpido e irracional que he hecho en mi vida pero no me importa. Lo volvería a hacer si tuviera la oportunidad. Aquí pueden ver un video del concierto que yo vi. No puedo creer que estuve ahí.
- No soporto los ruidos de bocas, narices o manos del tipo comerse las uñas, que mastiquen con la boca abierta, que respiren cerca mio, etc. Suena a vieja histérica, pero lo admito. De hecho ODIO cuando la gente habla en voz baja... me enferma de los nervios completamente.
- La gente que maltrata a los animales me parece repulsiva. Son personas débiles que se aprovechan de los pobres animales que no pueden defenderse para hacerse creer a sí mismos que la llevan.
- Los tenedores. No me gusta comer con ellos, para lo único que son realmente útiles es para comer fideos. El resto me lo como con cuchara. Con tan solo mirar o pensar en un tenedor, siento el ruido que se produce cuando uno mastica una de estas atrocidades accidentalmente.
- Andar con zapatos o calcetines.
- A Kim Bauer de 24, a Marisa de The OC (menos mal que la mataron), a TBag y Mahone (quien más encima tiene cara de cuco) de Prison Break, a McDreamy de Grey's Anatomy.
- El olor de las carnicerías. Ok, eso es muy Meat is Murder, pero lo odiaba aun cuando comía carne.
- Quedarme corta de lana.
- El pésimo sistema de envío de Barnes and Noble.
- A todas las flacuchentas hollywoodense que andan sin calzones, ej: Paris Hilton.
- El olor a veneno en spray.
- El ruido de los taladros.
- Que mi gata Simona me estornude encima.
Y el meme va para.... cualquiera!
Un tema bastante repetido por estos lugares, pero por alguna razón hoy tuve un revelación. De esas bien tontas, cuando te das cuenta de que siempre tuviste todo frente a ti pero tu cerebro nunca juntó las imágenes y las palabras adecuadas para hacerte entender.
He estado ausente, pero por buenas razones. El próximo 18 de diciembre tengo que hacer la PSU o prueba de selección universitaria, el nombre es bastante obvio, es un test que se realiza en Chile para poder entrar a la universidad. Así que he estado estudiando. En fin, he estado pensando en un tema ya bastante repetido en este blog, al cual, a pesar de todo, nunca le he dedicado un post entero. Y aquí está pues.
¿Es tan atípico ver un hombre tejiendo? Pues dependiendo de donde se vive y con quienes se vive, esta realidad puede ser más o menos común.
En Chile esto aun se ve muy poco. Es una actividad relegada, para los más afortunados, a algún taller escolar durante la infancia, silenciada, para los más desgraciados, por las masculinas burlas de sus amigotes. En otras ocasiones el hombre es un anexo más de las herramientas tejeriles, un desarma nudos, un courier lanero, un crítico de modas o en el más común de los casos, un modelo. El hombre se relaciona con el tejido desde afuera (o en este caso desde adentro del chaleco, par de calcetines, gorros, etc), no es extraño que algunos varones sientan la misma sensación de incertidumbre y contemplación entre un ovillo de lana y un paquete de toallitas higiénicas.
Al final de cuentas alejar al varón del tejido es un estereotipo tan negativo como relacionarlo exclusivamente con las damas.
Los hombres tejen, señoras y señores, y tejen desde hace mucho tiempo. Es más, algunos historiadores han establecido que el nacimiento de esta tradición se debe al tejido de redes de pescar por parte de muy masculinos marineros y pescadores. Y si usted aun no lo cree, le recomiendo esta página web dedicada enteramente a hombres tejedores. Con fotos incluídas.
Debo admitir que si me impresiona ver un hombre que teje. Me cuesta mantener esa pose muertealosmachistastejeresunisex y poner cara de que es lo más normal para mí. Me encantaría que fuese algo súper normal, y visitar las decenas de paginas y blogs de chicos que tejen me demuestra que en algun lugar del mundo esto es bastante común. Y es que donde yo vivo no se ven hombres tejiendo ni haciéndolo público, y mientras esa situación no cambie seguiré mirando las fotos de hombres tejiendo como esas fotos microscópicas de granos de sal o fibras de papel con las que uno dice "heeeeeeey, no puedo despegarme de esto... es adictivo". Y por supuesto que me gustaría que más hombres tejieran, que fuese algo completamente normal, por la misma razón por la que me gustaría que más mujeres jovenes comenzaran a hacerlo: porque es una actividad genial que no debería causar verguenza, es una actividad que trae muchas cosas positivas al tejer y a quienes lo rodean, es una herramienta de expresión, desarrolla la creativad, y bla, bla bla. Además diganme si no se siente bien ir tejiendo en la micro y ser el centro de atención aunque sea por unos segundos.
¡Pobre el padre que se siente avergonzado de ver a su hijo tejer!, ¡Desdichado el hombre que se burla de otro por verlo con el tejido entre las manos!